El debate terminó a la madrugada y el proyecto tuvo 133 votos a favor, 115 en contra y 2 abstenciones. Antes de la aprobación, hubo espacio para una foto de unidad con distintos funcionarios del gobierno
Tras una maratónica jornada, el oficialismo logró los votos necesarios y dio media sanción al proyecto de ley de Aporte Solidario por única vez o, como se lo conoce popularmente, impuesto a la riqueza.
En su regreso a la Cámara de Diputados luego del aislamiento por posible contagio de COVID-19, el presidente de la cámara baja, Sergio Massa, se refirió a que entiende “que haya algunos que puedan sentir que es doloroso tener que hacer un esfuerzo adicional en materia tributaria pero les pedimos un único y último esfuerzo para poner entre todos de pie a la argentina” y señaló en la previa a la votación que era “muy optimista” con respecto a que el oficialismo consiga los votos necesarios con “incluso el apoyo de diputados de Juntos por el Cambio”.
La frase de Massa no pasó inadvertida porque en el oficialismo sabían que contaban con los votos justos para lograr darle media sanción al proyecto. El Frente de Todos tiene 119 diputados y necesitaba 10 votos más a favor. En bloque del lavagnismo y del socialismo señalaron que iban a acompañar, pero no todos los legisladores de esos bloques lo iban a hacer.
A la hora del conteo final, lo que se pudo observar es que el oficialismo esta vez perdió dos votos: el de una habitual aliada como Alma Sapag, del Movimiento Popular Neuquino que dio un duro discurso (dijo que traerá “más costos políticos y sociales que beneficios económicos” y que se judicializará) y el del santiagueño del Frente de Todos, Bernardo Herrera, internado con coronavirus.
Asimismo, el conteo de los votos reflejó los acuerdos previos con gobernadores como Juan Schiaretti, de Córdoba Federal, y el radical Gerardo Morales que como en el Presupuesto 2021 aportaron votos. Con estos acompañamientos, la votación final mostró 133 votos a favor, 115 en contra y 2 abstenciones.
En Juntos por el Cambio la perspectiva siempre fue que iban a perder la votación y entonces en el seno del bloque de la Coalición Cívica, la UCR y el Pro, apuntaron su estrategia en dos ejes principales. El primero fue en señalar que la norma pensada por Máximo Kirchner y escrita por Carlos Heller no es una aporte único ni solidario, sino que es un impuesto, confiscatorio y poco federal porque no se coparticipa. El segundo, destacar que, aunque sea aprobado en ambas cámaras, no se modificará la relación de ricos y pobres y que terminará perjudicando a las pymes productivas.
Así lo expresó, el presidente del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri, al momento de su cierre. “No hemos venido a declarar ninguna guerra, sino a discutir si es viable, si ese es el camino y el rumbo”, comenzó el dirigente radical. En ese sentido responsabilizó al Poder Ejecutivo por la situación económica en medio de la pandemia: “La cuarentena era para mantener y rearmar el sistema de salud, no para que sea un programa de gobierno; eso ha tenido una fuerte implicancia en una economía que de por sí era vulnerable”.
“Somos top ten en caída del PBI, en déficit fiscal, en nivel de desocupación y desigualdad. Queremos decirles que esto es ineficaz, por más que tenga un nombre bonito y sea épico”, continuó Negri. “Somos los que más hemos intoxicado en impuestos al sector privado en la región, si no generamos riqueza no va a haber inversión, ¿de dónde van a venir divisas”, se preguntó concluyendo las críticas.
Alejandro Martin para La Republicana.com.ar