Un día como hoy pero de 1845 – Tuvo lugar la gesta del Combate de la Vuelta de Obligado: el General Lucio Mansilla repele a la escuadra anglo-francesa.
Días antes una flota anglo-francesa bloquea el puerto de Buenos Aires en contra de las determinaciones del Gobernador Juan Manuel de Rosas.
El nacionalismo federal entorpece los planes de los “unitarios” que pretenden liberar ríos y comercio a los intereses ingleses y franceses.
También se involucran las fuerzas uruguayas a las que Rosas presta ayuda contra los intereses de Fructuoso Rivera que defiende el libre comercio.
“Ante la inminencia del avance de la flota extranjera por el río Paraná, Rosas encomendó la defensa al general Lucio N. Mansilla, quien en la Vuelta de Obligado, un recodo donde se angosta esa vía fluvial en el actual partido de San Pedro, instaló cuatro baterías en la margen derecha con 35 cañones de calibres 4 a 24 servidas por 160 artilleros. Además, hizo tender tres gruesas cadenas de costa a costa sobre 24 lanchones, varios de ellos cargados con explosivos, y dispuso en ambas costas unos dos mil milicianos, la mayoría gauchos, entre ellos varias mujeres. La flota europea estaba integrada por 22 barcos de guerra con 418 cañones de calibres 24 a 80 y 880 marinos, a lo que debe sumársele 92 buques mercantes. La superioridad invasora era entonces abrumadora.
El enfrentamiento se produjo el día 20 de noviembre de 1845 … () La flota invasora logró así remontar el Paraná aunque debió soportar el hostigamiento de las fuerzas patriotas a lo largo del trayecto, como ocurrió en El Tonelero (actual partido de Ramallo), San Lorenzo y Angostura del Quebracho (provincia de Santa Fe). Con relación a la empresa comercial, la misma fracasó pues las mercaderías ofrecidas en los distintos puertos provinciales no fueron adquiridas por los nativos. Así, la inutilidad del bloqueo para forzar una claudicación del gobierno argentino y la falta de rédito político y comercial de la incursión colonialista europea llevaron a estos gobiernos a negociar con Rosas: los tratados Arana-Southern con Gran Bretaña (1849) y Arana-Lepredour con Francia (1850) pusieron fin al bloqueo del puerto de Buenos Aires y reconocieron la soberanía argentina de los ríos interiores.
De este modo, el combate de la Vuelta de Obligado constituyó una victoria pírrica para los anglofranceses y una derrota honrosa para los argentinos, cuyo significado histórico no puede ser desconocido. El propio José de San Martín, en su testamento, lega su sable corvo a Rosas como reconocimiento de la defensa de la integridad territorial de lo que hoy es nuestro país: “El sable que me ha acompañado en toda la guerra de la Independencia de la América del Sud, le será entregado al general de la República Argentina, don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas